Ir al contenido principal

La situación retórica

Comprender y poder analizar las situaciones retóricas puede ayudarnos a realizar proyectos fuertes, centrados correctamente en los usuarios y hacerlo de forma bien organizada y estructurada. Ello implica comprender también a la retórica como una herramienta para esos fines. Veamos.
     Muchos profesionales que estudian el lenguaje usan la noción de “situación retórica” como parte central de esa disciplina. Este término se refiere a cualquier conjunto de circunstancias que impliquen que al menos una persona use algún tipo de comunicación para modificar la perspectiva de al menos otra persona. Sin embargo también es cierto que muchas otras personas no están familiarizadas con la palabra “retórica”. Para muchas de ellas, la “retórica” ​​puede implicar un discurso simplemente persuasivo. Para otros, la “retórica” ​​puede remitir incluso a algo más negativo como el “engaño” o hasta la “mentira”. Luego entonces, para poder apreciar los beneficios que conlleva el comprender qué son las situaciones retóricas, primero debemos tener una comprensión más completa de lo que es la retórica misma.
     De una forma muy breve, “retórica” ​​es cualquier comunicación utilizada para modificar las perspectivas de los demás. Pero esta es una definición muy amplia que requiere más explicación. Lo primero que hay que hacer es  ver a la retórica como una disciplina que se enfoca principalmente en “una toma de conciencia de las elecciones de lenguaje que hacemos”, de modo que ello nos faculte para comunicar de una manera plausible y convincente. Notemos que cuando decimos “plausible” (y no sólo convincente) nos referimos a que el discurso retórico no tratará sólo del embellecimiento de las palabras o el estilo, sino que los argumentos provistos en él deben ser también creíbles y consistentes, esto es, resulta primordial disipar de entrada los conceptos erróneos que son ampliamente difundidos sobre la retórica.
     La retórica, o una educación dentro de la retórica, lo que permite a los comunicadores de cualquier índole y en cualquier campo, es poder crear y evaluar mensajes de manera efectiva, algo que es claramente necesario dentro de nuestra vida social.

Una revisión de la retórica: de la “persuasión” a la “identificación”

Como señalamos antes, la retórica se ha entendido comúnmente como algo referido sólo a las cualidades persuasivas del lenguaje. El antiguo filósofo griego Aristóteles influyó fuertemente en cómo la gente ha visto tradicionalmente la retórica. Aristóteles definió la retórica como “la habilidad para hallar, en cada caso particular, los medios para la persuasión” (Aristóteles Retórica I.1.2, Kennedy 37). Desde entonces, la definición de retórica en Aristóteles se ha reducido en muchas situaciones para significar simplemente “persuasión”. En el mejor de los casos, esta simplificación de la retórica ha llevado a una larga tradición que hace que las personas asocien la retórica con los políticos, los abogados u otras profesiones que son conocidas por hablar persuasivamente. En el peor de los casos, la simplificación de la retórica ha llevado a las personas a suponer que la retórica es simplemente algo que las personas manipuladoras usan para obtener lo que desean (independientemente de las preocupaciones morales o éticas).
     Sin embargo, durante el último siglo, más o menos, la definición académica y el uso de la “retórica” 
​​ha evolucionado para incluir cualquier situación en la que las personas se comuniquen 
conscientemente entre sí. En principio, digamos que las personas individuales tienden a percibir y 
comprender casi todo de manera diferente entre sí (esta diferencia varía en mayor o menor grado 
según la situación, por supuesto). Esta percepción expandida ha llevado a varios filósofos retóricos 
contemporáneos a sugerir que la retórica trata con algo más que la persuasión. En lugar de solo 
persuasión, la retórica es el conjunto de métodos que las personas usan para identificarse entre sí, 
para alentarse mutuamente a comprender las cosas desde la perspectiva de los demás (ver 
Burke 25). Desde las relaciones interpersonales hasta los tratados internacionales de paz, la 
capacidad de comprender o modificar la perspectiva del otro es una de las habilidades más vitales 
que tienen los humanos. Por lo tanto, comprender la retórica en términos de “identificación” nos 
ayuda a comunicarnos y evaluar mejor todas esas situaciones.
     Si el término ‘identificación’ nos lleva a caracterizar mejor a la retórica, en el sentido de que la 
comunicación es para establecer comunidad, entonces este término definirá mejor los propósitos 
de esta disciplina. 
     Para Lloyd Bitzer, “la retórica es el modo de la alterar la realidad no por la operación directa de 
energía sobre los objetos, sino por la creación de un discurso que cambia la realidad a través de la 
mediación del pensamiento y la acción. El rhetor altera la realidad trayendo a la existencia un 
discurso caracterizado de una forma tal que la audiencia, en términos de su pensamiento y acción, 
quede vinculada al proceso a través de la mediación que impulsa ese cambio. En este sentido la 
retórica es transformadora. Y el discurso viene a la existencia como respuesta a una situación, 
en el mismo sentido en que una respuesta tiene lugar ante una  pregunta que establece una 
cuestión, o una solución resulta de la existencia de un problema. La situación, pues, condiciona 
al discurso () La situación puede ser definida como un complejo de personas, eventos, objetos 
y relaciones que presentan una actual o potencial exigencia que puede ser modificada por el 
discurso.”
     Entonces el punto de partida de la intervención retórica consiste en tener elementos para 
comprender la situación, lo que implica entender el contexto, la audiencia, el tema, y la cuestión 
que enlaza a todos ellos. Es digamos una ecuación que se tiene que resolver, pues cada uno de 
esos elementos condiciona lo que digamos y la forma y el género en que lo hagamos. Veamos lo 
anterior en el siguiente esquema, que intenta resumir lo expuesto: 


Nota elaborada a partir de las siguientes fuentes, así como de mis propias ideas al respecto.
 
Aristotle. On Rhetoric: A Theory of Civic Discourse. 2nd ed. Trans. George A. Kennedy. New York: Oxford UP, 2007.
Bitzer, Lloyd F., “The Rhetorical situation”, Philosophy on Rhetoric, Vol. 1, 1968.
Burke, Kenneth. A Rhetoric of Motives. Berkeley: University of California Press, 1969.
El sitio de la Purdue University:
https://owl.purdue.edu/owl/general_writing/academic_writing/rhetorical_situation/index.html




Comentarios

Entradas populares de este blog

Motion Graphics

En esta entrada comentaremos algunos proyectos en Motion Graphics (MG). He buscado en varios lados buenos ejemplos, y es significativo que haya un gran número de ellos pero no todos lo suficientemente convincentes. Por otra parte como son mucho más ubicuos o están en todos lados es difícil reconstruir el contexto, como lo hicimos en la entrada anterior. Así que deberemos imaginarlo. Cuando nosotros hacemos uno ahí sí tenemos todos los elementos, así que nos centraremos sobre todo en la vinculación teórica con las propuestas concretas, dentro de la perspectiva que utilizamos en el Área.       Lo primero que tendría que llamarnos la atención es que los MG se localizan en una zona un poco difusa de la comunicación gráfica o visual. La fotografía y el cine tienen perspectivas muy amplias también pero su reconocimiento no está en duda. Lo mismo pasa con la ilustración (sobre todo cuando sabemos de grandes ilustradores) o con la identidad visual, que podemos reconocer como decisiva para

Retórica aplicada a un proyecto audiovisual: La Música es un Lenguaje, de Victor Wooten

En esta entrada vamos a conceptualizar el desarrollo de un film audiovisual que ha desarrollado sus componentes retóricos de forma muy significativa. Al hacerlo, trataremos de aproximarnos a las nociones que aparecen en la Guía para la Presentación de Proyectos Terminales de nuestra Área de Medios Audiovisuales, con el fin de que podamos establecer equivalencias con nuestro propio trabajo y así el análisis nos resulte útil.      Lo primero a decir es que nuestro punto central será la aportación que una realización audiovisual nos puede brindar para la consecución de un objetivo. El film no es una suma de imágenes y de sonidos, sino la construcción de un discurso, cuya modelización está enteramente determinada por la necesidad de vincular a una audiencia con un tema y proveer de una óptica a esa audiencia para ganar su adhesión a los contenidos que nos hemos propuesto impulsar. Desde este punto de vista, en la realización audiovisual todo tiene un funcionamiento semiótico, es decir,